No es el fin del amor,
cuando un amor fracasa;
es como llenar en el mar una taza:
Eso, no disminuye, ni su cantidad,
ni su valor.
Y es que el amar tiene sus riesgos,
como como tantos riesgos tiene el mar.
Tanto el marinero mas seguro,
como el amante mas confiado,
pueden fracasar.
¿Tiene la culpa el amor
de nuestras malas desiciones?
O, ¿ Tiene la culpa el mar
por el agua que se evapora?
Sera que ¿ Tendrá la culpa nuestro corazón,
se hará culpable por que se enamora?
¡El amor es inocente!
Si es que hay que encontrar algun culpable...
somos nosotros, la gente.
Autor: Bernardo Arzate Benítez.