Últimamente no nos cruzamos la mirada.
Con una fidelidad canina no ceja en su función,
Pero, como el más infiel de los amantes,
Mi atención es para otros campos y latitudes,
Y solo, algunas veces, a traición, y de reojo,
Me sorprende su mirada, clara, diáfana.
En el azogue de sus pupilas
No me gusta lo que veo,
No me reconozco,
Y abjuro de lo que fui,
Para no ser, simplemente, otro.
En esta tensa situación vivo
Estos últimos días,
Y no hay escapatoria posible
Si quiero mantener a raya
Las caries de mi apariencia,
Y este humor que le ha salido barba.
No es que nos llevemos mal,
Y no sé el diagnóstico exacto,
Pero, después de cohabitar
Durante tantos años,
No cruzarnos la mirada
Me parece un tanto raro.