Nuestra América aún sueña
ser un pájaro en el cielo
con sus alas siempre en vuelo
y en su lucha, más se empeña.
¡Ay de aquel que la desdeña
con sus alas liberadas!
Muchas son las estocadas
que valiente ha soportado
del intruso, que ha intentado,
someterla a salvajadas.
Nuestra América es riqueza
que el infame siempre explota
y la deja, toda rota,
soportando la pobreza.
¡Basta de tanta vileza,
basta ya de tanto ultraje
que se marche ya el salvaje
que la ataca sin decoro
y que en busca va del oro
destruyendo su paisaje.
Nuestra América subsiste
en la lucha cotidiana
como el sol de la mañana
que ilumina y la reviste.
Nuestra América persiste
con su lucha sempiterna
con gallarda voz eterna
desafiando al impostor
que la nutre de dolor
siendo la tierra materna.
Sumen voces compañeros,
sumen manos a la lucha
Nuestra América se escucha,
si se suman más obreros.
Canten, canten los jilgueros
por montañas y collados,
por los valles y los prados
que la tierra siempre es nuestra
no del ruin que la secuestra...
¡Puño en alto, liberados!