Tu amor fue fue tan inmenso
que nos envolvimos en un frenesí
y fue muy bello e inorvidable
lo que contigo aprendí.
Fuiste tu mujer divina
con la que tanto aprendí,
que no hay forma ni manera
que yo me olvidé de ti.
Contigo conocí la bondad
el respeto y el amor,
es por eso que ahora
puedo amar sin temor.
Tu me enseñaste muy bien
que se ama desde el alma
y que en el amor no hay prisa
se debe amar con mucha calma.
Dicen que el amor es pasajero
pero eso yo lo dudo,
porque cuando nos amamos
sentí que tiempo se detuvo.
Jamas podré olvidarte
porque contigo no sufrí,
pero en mi quedó la huella
de lo que contigo aprendí.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,13/05/2025.