Algún día seré viejo…
Algún día olvidaré quién fui,
quién soy y qué seré;
algún día olvidaré hasta el nombre engendrado en mí
y hasta la remembranza bella que alguna vez llegó a existir.
Olvidaré hasta la noble entelequia que es albergada en mi corazón,
y olvidaré hasta la bella naturaleza que me rodea.
Algún día acabaré siendo un vetusto,
un viejo amargado que solo podrá quejarse,
sufrir y ser la personificación del hombre desdichado.
Algún día seré ese viejo que evitaba ser,
condenado por el alma
y por el inevitable destino
del tiempo y la vida...