No eres el silencio ante el rugir de las horas,
sino quien teje con voces la tormenta,
la que desgrana en surcos todas las auroras
y en ojos claros guarda una luna contenta.
tus manos son raíces nutridas en barro
que al pobre abrazan con ternura exacta,
y no teme al fuego mezquino, tu poder bizarro,
y tu risa es trigo en tierra compacta.
Cuando la injusticia alza muros de espanto,
Tú la desentrañas con cuchilla abierta,
Y no hay llanto ajeno que no sea su llanto,
ni herida ajena que no esté en tu puerta.
Luce en tu mirada esa luz extraña.
De cielo que lucha y también acompaña.
Dedicado a las mujeres revolucionarias
Las Que Llevan el Fuego en las Palmas
No a las que besan yugos y temen a la hoguera.
A las que siembran incendios con preguntas, y pintan siempre primaveras
A las que rompen los espejos que esclavizan cuerpos,
Las que tejen redes con lágrimas de historias pisoteadas,
las que convierten el luto en puño cerrado y no piden permiso para cambiar el viento
y al marchar, al marchar hasta el polvo se vuelve camino.
@Marcos Reyes Fuentes. Todos los derechos reservados
Del poemario. Rimas Rebeldes