Lincol

AUSENCIA

 

AUSENCIA

Te escribo,
y abrazo tu vacío
en la tarde que se deshace,
en la noche sin eco,
en la mañana de rocío frío.

Las horas caen,
y con ellas mi añoranza:
tu sombra en la ventana,
mis ojos prisioneros,
este corazón que calla.

Fragilidad de otoño,
mi memoria te dibuja
mientras el tiempo huye
hacia el invierno.

Y en su niebla,
solo yo respondo
a las preguntas
que dejaste.

— LMML.