karonte

La escoba

Yo soy la escoba, no el poeta,
no me disfrazo en mi rincón,
barro el aplauso y la receta
del ego envuelto en oración.

Barro el susurro que en la esquina
se dice sabio, pero es rumor,
frases con tinta mortecina
que ocultan hambre, no fervor.

Poetas santos de ceniza,
predican ritos sin altar,
se escriben solos con sonrisa
y en su reflejo van a orar.

Miden aplausos como arte,
y hacen del verso un pedestal,
pero en sus letras hay descarte,
más vanidad que espiritual.

Yo soy la escoba del silencio,
la que no busca admiración,
barro sus mitos, su desprecio,
y río en cada humillación.