Hiroshi Imada

Esperanza I

Y se quedarán los pardos ruiseñores,

aquellos que elogian

tu perfección.

Y volarán muy alto;

ellos seguirán surcando

en busca del enamorado

que escala las cumbres

de tu amor.

Y se irán, lejos irán,

hasta tu rostro, muy lejos.

Ellos volarán, y yo

estaré esperando.