.
En el vídeo el poema musicalizado
.
Carolina
.
Deseando su tacada
Carolina está esperando,
que ya no recuerda cuando
pilló la última tajada.
No cura el picor pomada
precisa un supositorio,
de un tamaño bien notorio
y duro como una roca
ni se derrita en la boca
ni sueñe con el casorio.
.
Si le echo la vista encima
los ojos se los arranco,
¡vaya menudo potranco,
me salió la Carolina!
Ni aquella tal Mesalina
fue nunca tan desbocada,
pues esta de una tacada
la montaban diez o doce;
¡Cómo le gustaba el roce,
a la puta condenada!
.
Dispuesto a lo que surgiera
me eché la escopeta al hombro
y hoy todavía me asombro
al recordar la tontera.
Pero estaba hecho una fiera
y solo pensé en matarla,
pues después de mucho amarla
bien me ponía los cuernos,
por eso que a los infiernos
iba dispuesto a mandarla.
.
-Ya cálmate mamarracho
con cara de chango viejo
todo arrugas y pellejo
y esa pinta de gabacho.
El pito como un pistacho
orejas como un pollino,
con un mirar siempre mohino
y una nariz de alambique,
¡anda ve y que te la pique
un pollo bajo de un pino!
.
Que te dejó la parienta
por no saber darle caña
y desde entonces se apaña
con otro que la contenta.
A veces nos damos cuenta
cuando ya es un poco tarde
de que la mecha no arde
y el fuego se va apagando,
por eso nos van dejando;
por nuestra actitud cobarde.
---
Arreglo para canción
.
Carolina
.
(intro)
.
Deseando ya su tacada
Carolina está esperando,
que ya no recuerda cuando
pilló la última tajada...
---
No cura el picor pomada
precisa un supositorio,
de un tamaño bien notorio
y duro como una roca...
---
que no derrita en la boca
ni sea un triste abalorio.
---
(verso1)
Si le echo la vista encima
los ojos se los arranco,
¡vaya menudo potranco,
me salió... la Carolina!
---
Ni aquella tal Mesalina
fue nunca tan desbocada,
pues esta de una tacada
la montaban diez o doce;
---
¡Cómo le gustaba el roce,
a esa yegua condenada!
---
(verso1)
Dispuesto a lo que surgiera
me eché la escopeta al hombro
y hoy todavía me asombro
al recordar la tontera...
---
Pero estaba hecho una fiera
y solo pensé en matarla,
pues después de mucho amarla
bien me ponía los cuernos...
---
Por eso que a los infiernos
iba dispuesto a mandarla.
---
(corus)
--Ya cálmate mamarracho
con cara de chango viejo
todo arrugas y pellejo
y esa pinta de gabacho.
---
El pito como un pistacho,
orejas como un pollino,
un mirar siempre mohino,
y una nariz de alambique...
---
¡Anda ve y que te la pique
un pollo... bajo de un pino!
---
Que te dejó la parienta
por no saber darle caña...
y desde entonces se apaña
con otro que la contenta.--
---
(outro)
A veces nos damos cuenta
cuando ya es un poco tarde,
de que la mecha no arde
y el fuego se va apagando...
---
por eso nos van dejando;
por nuestra actitud cobarde
y van en busca de un fuego
que aguante... toda la tarde...
.
Poema de Mercedes Bou Ibáñez
musicalizado por Suno IA
Vídeo hecho con ayuda de Canva y MovieMaker