Me quedo solo
en medio de la vida,
y en soledad.
Se acaba el tiempo
el tren va acelerando
y llega rápido.
Voy sin maleta,
conmigo llevo sueños,
ya marchitados.
Hay mucha niebla
que veo tras las vías
y en lontananza.
Niebla en los ojos
que lloran y rezuman
lluvia del alma.
Pero la vida,
vivida es importante
y tú lo sabes.
Es como un premio,
aquel que habías soñado
en tus poemas.
Días y versos
se juntan y florecen
en tus recuerdos.
Y los añoras,
precisamente ahora,
en la partida.
No te preocupes,
te marchas con sus besos,
tú no estás solo.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/05/25