_Latido de la ciudad_
La ciudad tiene un corazón escondido;
la poesía es quien lo escucha latir.
Se oculta entre el humo y el sinfín
de pasos donde todo está perdido.
En cada muro hay un verso dormido,
y en cada esquina un suspiro sin fin.
Solo el poeta, con su canto sutil,
descifra el alma del cemento herido.
Calles que anhelan luz de la aurora
puentes que guardan ecos del ayer,
voces que el viento, fugaz descontrola.
Pero hay un ritmo secreto al caer:
el de la urbe, cuando nadie la nombra,
y el arte la viste de amanecer.