No sabía cómo empezar a escribir.
Estaba leyendo a eso de las 5:15pm
y algo en todo lo leído, me hizo sentir. Recordar.
En días pasados también me sucedió y debido a eso redacté algo que quedó inconcluso.
Siempre he querido hacer un libro.
Mas no me considero buena en ello.
Me quedé en un primer y segundo capítulo.
Sin embargo, cuando escribo lo hago desde lo vivido y conectar con eso, me es duro... Es revivir todo. Y lo reviví a él. No escribiré su nombre porque hasta ahora no puedo ni pronunciarlo.
Y cómo es la vida.
Su nombre se me manifiesta por muchos lados.
Alguien (no él) se llama igual y a veces me sorprendo pensando en él.
Es...
Ah, como quisiera poder explicarlo.
Pero no se es como...
Siento una revolución de amor, ardiendo en mis entrañas.
Me quema el alma.
No se qué me pasa.
Le he dicho a Dios todo ésto.
Y no, no me ha respondido. Aunque él tiene sus modos de hacerlo, no lo ha hecho.
Intento estar consciente no perderme entre pensamientos y que éstos me arrastren al limbo.
Lo que sí es que he llegado a un punto en el no saber qué es peor, perder a alguien porque muera o que eso pase estando aún viva esa persona.
Últimamente he vivido varias perdidas y una me está doliendo más, y esa persona está viva.
Lo confuso y loco de todo ésto es que, a éste alguien que se llama como él, temo que un día de éstos desaparezca y ya no sepa más de él y eso que ni siquiera lo he tenido como para que pudiera dolerme el perderlo.
No, no sabía cómo empezar a expresar lo que siento.
Pero, de algún modo, creo ya lo hice.
El atardecer ya se avista con su tinte rosaceo y azul celeste, y yo, casi doy fin a éste texto.
No se qué pase mañana. No se si algún día se dé el poder estar cerca de él.
No se. No se nada.
Y a veces, creo que es preferible no saber.
Pero...
¿Cómo se lo explicas al alma?
De: Diana Janeth Reyes Diaz.
(Diana Reydz)
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