Hoy busqué a Dios muy de madrugada,
tenía una charla pendiente con él o, tal vez varias.
Le hablé de todo esto que me aqueja,
del amor que necesito para volver a llenar mi manantial
y seguir amando, de que ya no sé cómo enfrentarme a la vida
sin salir sangrando, me escuchó pacientemente,
busqué su rostro y lo encontré
en esos bellos recuerdos con mis hijos.
Hoy busqué a Dios muy de madrugada,
cuando el canto de los grillos no rompe el silencio,
y el gallo le acompaña melodioso.
Le decía que hay tantas cosas que no comprendo de la gente,
de las cosas, tomó mi mano y la sostuvo calido,
me condujo a una vereda,
por este camino angosto debes andar,
aquí hallarás paz mientras caminas.
Las grandes avenidas inundan con su ruido
y te pueden llenar de temor. Ambos tienen el mismo destino;
hacia allá quiere Él que yo vaya y hacia allá iré.
No importa que se interpongan,
me tiren, me jalen, me invadan;
hay un lugar distinto de llegada
para cada quien, eso ya está escrito.
Que me siente a esperar, porque todo lo que tiene para mi,
llegará sin excepción.
Gracias Dios,te veo mañana por la madrugada.