¡Amor! ¿Qué me haces que quedo perpleja ante tu belleza? ¿Qué me haces que ahora llenas mis versos de amores y esperas? ¡Es que mis noches son tuyas enteras!
Ten presente la espera y en alto la belleza que en ti deslumbra, que no elijo enamorarme, si no que el corazón dia y noche por ti late y mi espiritu se deshace.
¡Pero que mal me haces! ¿Qué he hecho yo para no merecer tu carne? Dime, ¿Acaso quieres matarme de amores y desgarres?
Aun así vivo recorriendo en tu silueta, porque traes paz a mis desenfrenos y si no me quieres al menos déjame quererte de lejos.