Querida tutora,
tras de ti se esconden
los saberes ansiados,
el éxtasis de la sabiduría,
el saber intelectual
y la glorificación del
lenguaje extranjero.
Tras de ti nacen las rosas,
el dulce olor fragante
que emanas tras tu apoyo
como tutora.
Tras tus palabras y tu
fuerte estimación,
glorificas la asignatura
del lenguaje inglés.
Eres como una madre,
como una amiga,
como una compañera
que nos ayuda en todo
lo que es posible.
Pero, sobre todo,
eres nuestra profesora,
nuestra tutora,
la dama que nos
enseña lo que es
el bien y lo que es
el mal,
lo que es correcto
e incorrecto,
lo que es la vida
y lo que es
importante,
para vivirla.