POEMA ESTOICO
Solo sé que se dan algunas verdades definitivas,
realidades indispensables para el consumo diario,
y que lo demás es impulso mal digerido, politiquería,
autoaturdimiento o fuga hacia delante o efímero pasatiempo:
los libros sabios preferidos, el hogar junto al árbol
a la vez primaveral y estoico,
pleno de hojas y de maduros frutos,
la aterciopelada tarde al doblar cada esquina,
inagotable y en apariencia inmóvil
aunque caminemos cientos de metros y a buen ritmo
por en medio del laberinto urbano,
ella desde el balcón oteando y oteando
la llegada de los nuevos músicos.
Gaspar Jover Polo