El silencio acaricia mi alma,
creo la soledad
es una buena compañía.
Pero aflora en la psique
un pensamiento crítico:
“Si la soledad hiende
es como un verdugo”,
así echa por tierra
la versión subjetiva.
Eso no merma mi espíritu
y mientras espero caer
en los brazos de Morfeo
canalizo ese sentir.