De nuevo la vida me obliga a partir
a morar donde los silencios pasan,
donde de nuevo volveré a sufrir
donde las lágrimas solo se desatan.
Me convenzo de que deberé vivir
con nostalgias que tan solo me rescatan
aquello que yo no pude impedir
con todas las pasiones que me abrazan.
Salir olvidando a mi único destino
sentirme un callado peregrino
buscando quizá un nuevo amanecer.
Como guía solo mi propio instinto
para poder ser un hombre distinto
que solo va para de nuevo volver.