Lambdasan

Toro de lidia

Cornea, embiste, repite,

lejos quedó el pasto verde,

lejos la noche en manada,

solo, solo, vida o muerte.

 

Ataca, cornea, sube,

ya no existo a la intemperie,

vivo siempre en cautiverio

rodeado de esta gente .

 

Ríen, gritan, se desquitan,

son felices si me hieren

, vitorean a un verdugo

que usa mi ira de oponente.

 

Capote, de un lado al otro,

sigue quieto, sigue enfrente,

me despista y me confunde

mi sangrar en el rehilete.

 

Uno, dos y tres, me esquiva,

cada movimiento advierte,

picadores y peones

me distraen de quien concierne.

 

Les persigo, pillo a uno,

otros corren a esconderse,

pronto pago mi descuido

con el hierro que se hiende.

 

Pienso en todo lo vivido,

¿qué ocurrió con mi progenie?

¿Correrán libres y esclavos

en encierros donde prenden?

 

Padre, madre, ya no puedo,

este símbolo está endeble,

¿vendrán más?, ¿cambiarán ellos?,

esto siempre fue así … siempre …

 

A la cara de España y el éxodo rural