ALVARO J. MARQUEZ

EN EL NOMBRE DEL PADRE / SOLO (DOBLE TANDA)

EN EL NOMBRE DEL PADRE

 

En el nombre del Padre te digo 
que lo que viviste conmigo 
ya no has de vivirlo con nadie, 
que ya no has de tener paz, 
que recuerdos míos hallarás 
dispersados en el aire. 

En el nombre del Padre te juro 
que ya no habrá en tu futuro 
una alternativa posible, 
cuando mires al pasado 
y sepas que te he olvidado 
te parecerá inconcebible. 

Y ya ni regalos ni flores 
harán que olvides los errores 
graves por ti cometidos 
ni cualquier cosa que digas 
podrá impedir que sigas 
sepultada en mi olvido. 

En el nombre del Padre te hablo, 
no me digas que el diablo 
fue quien guió tus pasos, 
pues la razón se rehúsa 
a aceptar que esa excusa 
justifique tus fracasos. 

No proyectes tu culpa en otros 
si bien sabes que entre nosotros 
nunca el amor fue verdadero, 
hoy no es por ti que escribo, 
ya no es por quererte que vivo 
y no es por besarte que muero. 

En el nombre del Padre es mejor 
que por respeto al amor 
acabemos con la farsa, 
total, no digas que no, 
los besos entre tú y yo 
sólo hacían de comparsa. 

Para tapar mentiras que detesto 
invoco lo más honesto 
¿y qué más honesto que Dios? 
Si estoy harto y tú harta 
no hará falta una carta 
para decirnos adiós. 

Solamente hay que romper 
con todo para no caer 
en más tristeza ni llanto 
y para que todo nos cuadre, 
que sea en el nombre del Padre, 
del Hijo y del Espíritu Santo.

 

SOLO

*(POEMA DE HOY)*

 

Cuando me acercaba a ti, chiquilla,

temiendo que fueras una ilusión,

me invadía una rara sensación

que me hacía sentir de maravilla.

Podía volar sin ser un halcón

y reír sin que me hicieran cosquillas.

 

Por eso hoy, habiéndote perdido

y cuando la soledad total me asedia,

no puedo creer que tu olvido

transformara mi vida en tragedia.

Tu perdón es para mi pesar,

pero en nada lo remedia.

 

Recuerdo que te abrazaba feliz

pues no era un sueño. ¡Estaba despierto!

Y en todo me creía un experto,

pero resulté un aprendiz.

Me arrancaste de raíz

la vida y me dejaste muerto.

 

Porque muero cada vez que te sueño

junto a mí y sin embargo,

un sueño tan especial

quisiera que fuera más largo,

porque cada despertar triste

hace mi destino más amargo.

 

Hoy, al sentirte perdida,

que no eres mía ni yo tuyo...

¡maldito sea el orgullo

que te alejó de mi vida!