Francisco Javier G. Aguado 😉

Soneto a la mujer amada

Quisiera estar contigo eternamente
gozando la ternura de tus besos
disfrutando en tu cuerpo los excesos
y amarte de manera diferente.

Tocándonos la piel, cuerpo caliente
rozando con mis dos labios traviesos
tus caderas, tus pechos y tus huesos
un cenit de lujuria incandescente.

Me rozas con tus manos inocentes
buscando de mi cara la ternura,
te sigo yo queriendo con locura.

Saboreo tú boca con mis dientes
asiendo fuertemente tu cintura
en un acto de paz y de dulzura.