Observando en las alturas las estrellas
Como miran las chispas las hormigas
En este día busco tus ojos entre ellas
y tus brazos que me acunen como al inicio
Cuánto hubiera deseado esas caricias
En los momentos más cruciales de mi vida
El tiempo mío también se agota y medito
En tantos miedos y yerros repetidos
Mujer que de tu carne me formaste
Mujer cuya entrega pasó inadvertida
Mujer de cera y lágrimas fuiste madre
De cuyo dolor deseo verte redimida
Te agradezco por lo bueno recibido
por lo que no pudiste lo comprendo
en el mismo cauce turbio y violento
no hallamos un remanso donde asentara
aquello que traía nuestra alma atribulada
pero hijas somos de un tiempo y una historia
Dios te guarde por siempre en su reino
Es mi plegaria en este día madrecita