Luciana Trejo

Pétalos en caída

Eran sus dedos al sostener los míos los que me transportaban a la fábula de una historia surgida de libros con cubiertas teñidas de una tristeza elegante.

Fueron las melodías del piano las que nos hicieron danzar hasta envolver mi alma por completo.

Sentía la ingravidez de flotar en el aire para luego caer en picado a su abrazo firme, con la rotunda delicadeza de un pétalo fino desprendiéndose de una rosa en su último suspiro.

Nos sumergimos tan profundamente en la esencia del otro que nos perdimos en los pasos, creando senderos esquivos.

Quizás así debió ser, así debía suceder. Porque fundirnos en el arte de un beso no parecía suficiente para destilar el corazón que se nos desmoronaba.