Levi David

Cuando el amor se dice de verdad

 

Creo que toda mi vida,
amar a una persona ha sido lo más bonito,
como un milagro suave e infinito
que llega sin aviso… y se queda sin medida.

El amor no se entiende, no se razona,
no cabe en fórmulas, ni en libros, ni en esquemas.
Es una locura que perdona,
un fuego que arde aunque llueva.

Ni el ser humano tiene dominio sobre él,
ni yo, con todo lo que siento, puedo explicarlo.
Pero cuando encontré a la persona que debía ser,
todo pareció calmarse… y al mismo tiempo volar alto.

Porque el amor se vuelve sabio
cuando encuentras quien lo merece.
Y en vez de respuestas, te deja labios,
miradas, silencios… y noches que agradeces.

Un “te amo” no es palabra que se lanza al viento,
ni promesa hueca que se rompe en el intento.
Tiene sentido cuando lo cubres con actos,
cuando no necesitas decirlo tanto… porque se ve en tus pasos.

Pero si algún día ya no te quedan fuerzas ni caminos,
si tus manos ya no pueden dar más abrigo,
entonces un “te amo” debe salir del alma,
como un refugio, como un grito… con calma.

Un “te quiero” seguro, sin duda ni medida,
vale más que mil gestos sin vida.
Porque cuando las acciones se acaban,
el corazón habla… y el amor no se apaga.

Amar es quedarse cuando todo parece incierto,
es entender sin tener que estar tan cerca,
es mirar al otro y sentirse completo,
aunque el mundo alrededor se quiebre y se pierda.

Y si tú me preguntas qué es el amor de verdad,
te diré que no lo sé… pero lo siento cuando estás.
Porque desde que llegaste, todo cambió de color,
y comprendí que un “te amo”… puede ser eterno si lo das con amor.

 

_ Théon Leviadis