Por Humberto Frontado
Atraviesas distancias
envuelta en centellante luz,
para hacerme compañía.
Surfeas olas gigantes
ondeando banderas de calma,
así apaciguas mis tormentas.
Cabalgas ardientes desiertos,
sobre briosos y ásperos camellos,
para darme tu presencia sutil.
Eres libro abierto,
sabiduría sin fin,
que resuelve mis imposibles.
No hay agua más fresca
que tu consuelo,
calmas mi sed de miedo.
Árbol frondoso,
me das cobijo;
alimentas mi escuálida alma
con frutos de amor.
Ave sublime,
bajo tus mantas alas
me arropas,
me insuflas seguridad.
Superheroína sin capa,
blandiendo tu espada de esperanza,
ahuyentas mis recios fantasmas.
Te desplazas en zancadas,
con manos térmicas
arrancas mis impertinentes fríos.
Eres el sol
hecho simplemente madre,
iluminas cada espacio
de mi sediento ser.
11-05-2025