Carlos Eduardo

Si tu no respondes

 

Ahora

yo tampoco te llamo,

sin equilibrio el amor muere,

es sensible a las palabras,

a la piel, a los sentidos;

 

si nada de ello existe

se acaba;

 

es un recuerdo, 

se marchita, se olvida,

enterrado, sellado sin lápida.

 

Necesita de dos,

cuerpo y alma,

entrega, confianza,

verdad aunque duela;

 

Puede ser abierto o cerrado,

y siempre real,

esplendoroso.