Tenía su parte de sombra, él tenía mi
parte de oro,
el sol en las palabras... el sol en otra
parte.
Voces, ruido y la música de su sombra.
Voces, algarabías yo brillaba en su
sombra.
En el silencio, su voz resonaba,
y en la oscuridad, su sombra bailaba,
con un ritmo que solo yo escuchaba,
y que me hacía sentir viva.
La luz y la sombra se entrelazaban,
en un vals de contrarios,
y en ese juego de luces y sombras,
nuestras almas perdiéndose se encontraban.
P. SABAG. SAFECREATIVE