Cielo de sonrisa fúnebre,
mima tras espinas de rosal,
caricia gélida oscilante
murmura engaño al respirar.
Sueño oscuro sin sentido,
tropieza la danza etérea,
envuelve con aspereza
la lluvia borrasca fantasma.
Dolor al grito del ocaso,
pupilas que embriagan realidad,
atada la garganta silenciosa,
colisión al cuerpo temporal.
Piel al filo del vacío,
rojo abismo ensordecedor,
concibe sosiego incierto
pobre cuerpo caparazón.