Me estoy convenciendo
que el desamor tiene más convicción que el amor,
que definitivamente es más vehemente…
y está cargado de frenesí,
que esconde una pasión contenida,
que en silencio muerde su delirio,
y a pesar de estar marcado por la incertidumbre…
sin embargo, se demuestra tan poderoso…
inspirando la poesía más intensa.
Quien podría dilucidar tan inaudito conflicto,
si el amor solo se deja ver en su verdadera dimensión…
cuando el desamor escarba en sus más íntimos secretos.
He indagado tan profundamente en mis adentros,
que mi juicio se ha dado por vencido,
y mi realidad ha quedado corta.
Hay algo inconmensurable que no se ha dicho,
un confuso delirio que no se cuenta…
pero siempre está latente…
en el inicio mismo del inconsciente.
Dilema,
problema ineludible,
siempre llega el momento en que toca resolverlo…
y si no solucionarlo…habrá que confrontarlo.
No se lo puede eludir constantemente,
llegará el día que habrá que encararlo…
y tomar una sabia decisión al respecto.
Pero al final de cuentas,
después de haber lidiado con todo…
con tu olvido y lo crudo de tu abandono.
después haber extraviado las ganas…entre tanto intento,
hoy da lo mismo lo que suceda.
Me doy por enterado que el tiempo ya paso suficiente…
y toca esperar solamente…
que apaguen las luces de este melodrama.
Entonces, con el teatro en silencio y completamente vacío,
en total soledad
y sin ningún otro espectador que mi cansancio…
cerraré los ojos a este mundo…
en la más profunda quietud,
dando por terminado…el episodio de mi existencia.