Irmaelvira Tamez

POEMA LUNAR

Me despierta el canto del gallo y el aroma a café

un rayo de luz dorada ciega los ojos

que aún colgados del sueño desean permanecer cerrados.

Un comenzar de nuevo; estrenamos el día

con ilusión de niños adultos dispuestos a enfrentar las batallas.

Aquietada extiendo la mano y te busco:

choco con tu piel desnuda que me llama y voy por el primer beso.

Condenada a pensar en ti, me levanto,

consciente de que te veré hasta que el día se haga viejo.

Ecuménicas miradas excomulgan los espacios

del tiempo cuando lejos te encuentras

porque te has quedado en el viento, aferrado a las palabras

que en afonía esperan calmar esta urgencia

de ensimismarte un rato. Cuando el Sol duerma,

flotaremos como fantasmas sobre el latido del amor.

Confieso que te encerré en los versos

como desnudo cuerpo bajo las sábanas

donde sólo yo te encontraré mudando de piel,

una y otra vez. Refugiémonos en el añil nocturno

dispuestos a soñar.