Tu bálsamo en esta bruma
ha golpeado la misma oscuridad,
el pincel de mi ternura te dibuja
y desciendes a un caminito de mar;
es así, que los otoños tardan más
que dos primaveras juntas,
mi alma ya cansada no se contenta
solo con verte pasar…
Tu luz de estrella en una barcaza
va más allá de dos horizontes,
se esfuma tu cintura en mis brazos
y empiezo a despertar,
más tu corazón crepitante
quema mis ojos de ilusiones
tan mágicas y de muchos colores
que interrumpí mi sueño
solo por verte llegar…
Desperté tantas veces,
desperté ayer, como si fuera hoy;
entonces, el tiempo desbordó locura
a mí entendimiento y razón,
lo dulce de tu pelvis en lienzo blanco
y mis piolas de amor atan tu hermosura,
llegaste, y mis ojos no lo creen,
¿o desde siempre estuviste aquí?
Y mi forma de mirarte no puede verte.
©.