Albin Lainez

El Convento

El convento frente a la montaña

abre sus puertas rojas al peregrino que 

trae herida el alma. En su interior blanquean 

los dientes de antiguos curacas. 

Las eras tampoco perdonan a los hechiceros

Y los sagrados huesos son empuñados por simios  

que se dispersan entre la selva. Sus rojas cabezas 

oscilan en homenaje a sus ancestros

Momias del mañana se hacen eternas 

en abrazo que desafía las arenas del tiempo