Mi tía tuvo una hermana
que nunca fue tía mía;
recuerdo que, en la mañana,
ella siempre sonreía.
También era bien galana
valiente y sin cobardía,
planchaba ropa de lana
su oficio, bien lo sabía.
¿Quién era, ahora pregunto,
la hermana a la que refiero?
Usted piense en el asunto
y yo su respuesta espero;
si dice, el nombre presunto...
¡Lo aplaudo con mucho esmero!