Hernán Mejía Silva

ESCALERA INFINITA

Tan cansado de encontrarla solitaria,

en esos lejanos cielos,

aquellos que se desmoronan con la mañana…

La observó largo tiempo,

adivinando sus pasados,

como si la llevase de la mano,

por el lago de sus anhelos.

 

Construyó una escalera,

tan alta que le permitiera surcar el firmamento,

y ya estando en aquella cima invisible,

le dejó a modo de ilusión y consuelo,

un fragmento de su corazón,

para que la acompañe como a ninguna,

para que se sepa querida en penumbra y claridad,

siempre enamorado de ella, de la luna.