Consúltalo con tu espejo
y envíame una respuesta.
Bajo el felpudo te dejo
la llave de mi propuesta.
Te pasaré en ese cruce
de tus curvas por la izquerda;
aunque sin frenos ni luces,
será normal que me pierda.
Pisaré a fondo el pedal,
agotaré el combustible,
me saltaré la señal
de prohibido lo imposible,
y ya saldaré pagando
cuando nos multe la vida
si nos pilla circulando
por diversión prohibida.