EDGARDO

Luz de la mañana

Dunia, mi luz de la mañana,
mi amor sincero, mi dulce gana.
Mi alma te nombra en cada latir,
mi vida entera, mi bello sentir.

Tu presencia es sol que me despierta,
melodía pura que el alma acierta.
Eres el aire que mis pulmones llena,
la causa única de mi dulce pena.

En tus ojos hallo mi universo,
en tu voz encuentro el verso terso.
Eres la guía de mi buen camino,
mi amor eterno, mi fiel destino.

Tu sonrisa es faro en la tormenta,
tu abrazo refugio que me sustenta.
En tus manos guardo la esperanza,
en tu ser, la más pura alianza.

Dunia, en ti florece mi deseo,
en tu alma encuentro mi dulce anhelo.
Por siempre serás mi niña bella,
mi luz, mi vida, mi estrella.