¿Dónde me iré al dormir?
¿Dónde me iré al dormir, cuando el párpado apague la vigilia y el alma se desprenda de la carne como de un traje dominguero?
¿A qué país sin mapas me traslado, donde la lógica es rehén del viento y el tiempo no se atreve a contar los latidos del deseo?
¿Seré turista de mis propios sueños, o huésped de estrellas sin convite, que cena con las horas y brinda con su modorra?
Quizá me halle en tertulia con otros que también se han exiliado, soñadores sin patria ni bandera, que duermen para vivir lo que roban del aire ajeno.
Y cuando el alba me reclame, como un dios impaciente y sin clemencia, ¿volveré intacto, o dejaré olvidado un pedazo de mí en la almohada del delirio?