Kenia Arancibia

La traición

Hay compañías que nadie espera

y llegan sin invitación.

Tú, compañera traición,

eres una de ellas.

Jamás te espero, jamás te invito,

pero, sin embargo

aquí estas,

irrumpiendo en mi hogar,

alborotando mi vida

volcando mi mundo de cabeza,

aplastando mi alma,

arrancando mi corazón.

Nublas mi razón

Por la ira que nace

de la desdicha

que me provoca

tu presencia

Ya no quiero comer.

Me duele el estomago

como si agujas

se clavarán sin piedad.

Mi cuerpo se resiente,

sintiéndose golpeado y cansado,

como si mil caballos

me hubieran pisado.

Mi cuerpo hierve

Como si un volcán

Habitará dentro de mi

 a punto de estallar

Doña Traición,

parta pronto por favor

tenga compasión

y no regrese jamás

a esta tranquila morada

para causar desazón.