angelinho

Pisada

La pisada, adelante está yendo,

temblorosa, timorata, nerviosa,

a astucia de cerca querer a la hermosa

linda, primorosa, beldad vistiendo;

 

a tal solemne fin perteneciendo

aún vacilante, vertiginosa,

agitada insegura y tormentosa,

tanto torbellino, que recodiendo.

 

De inicio en vuelta, tambalea el pie,

tornando como tornan los gorriones

luego de escaso canto en triste día.

 

En llanto por lo que pudo y no fue

de nuevo habita en imaginaciones,

pensando que ya vendrá la osadía.