Aquí estoy en la tarde entristecida
Cuidando la niebla de aquella tarde
En que dijiste que pronto volverías
guardo ésa esperanza para que no se pierda
Aquí guardo todo lo tuyo
el calor de tus manos sobre los míos
cuando asidos caminábamos por el viento
dibujando besos en el atardecer.
Aún guardo los suspiros que diste
Antes de cruzar el puente de la esperanza
y queda grabado tu sonrisa
como testimonio de amor.
Aquí en el fondo de mi alma
atesoro las caricias que con tanta ternura
dibujaste en mi corazón
con la promesa de regresar.
La tarde está lloviendo
derramando lágrimas de recuerdo
regando las promesas de tu regreso
haciendo germinar un amor eterno.
Aquí estoy sin ti
aguardando en silencio
contemplando el triste ocaso
confiando en tu regreso.
Lima, 9 de mayo del 2025
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