🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮

Corazonada

Corazonada

Yo creo en la mirada de tus ojos,
mas niego que me digas la verdad;
entiendo el disimulo, los antojos
y el arte de ocultar la realidad.

Por eso es que no dudo que me mientas,
oyendo juramentos sin control.
Tus labios mientras se abren, escarmientas
y estás que ya te quemas como el sol.

Pretendes ser la luna, ser la estrella
y dentro de tu cuerpo la razón;
masticas mil palabras, cual querella
y escondes en un vaso el corazón.

Si quieres que te quiera, no me quieras;
si dices lo que digo, di el por qué...
que yo no me acostumbro a las quimeras
ni ruego a las miradas ni lo haré.

Ha sido suficiente el ignorarme,
ya basta de mensajes, ¡fue mi error!
No acepto las disculpas por fallarme,
mejor, haz lo que puedas por amor.

Si fui lo que querías, qué más quieres,
te di todo el silencio y mi sentir,
ahora no me digas, las mujeres
sufrimos y vivimos a morir.

Las cosas pues se aclaran del inicio
y no se dejan dudas que buscar:
mas llevas en los ojos lo ficticio,
¡qué triste es que no quieras ni cambiar!

Yo creo en la mirada de tus ojos,
porque aunque me lo ocultes puedo ver:
pues ellos al mirarme son hinojos,
prontuario que revelan por doquier.

                         Samuel Dixon