Ariel Wigodski 🇨🇱

Pan del día

Hoy, entre muros humildes y gestos sinceros, la esperanza tocó mi puerta sin previo aviso.

No traía oro, ni promesas del cielo, traía alimentos, el pan preciso.

Garbanzos, arroz y algo de abrigo,  
un gesto simple, pero lleno de abrigo.  

Víctor, con voz cálida y paso tranquilo,  entregó más que una canasta familiar: Un alivio.

El alma, vencida por días sin tregua,  
hoy volvió a alzarse, sin tanta pena.  
Porque en la bondad que el hambre apacigua, nace la fuerza, renace la espera.

Gracias a quienes, sin gran alarde,  
dan dignidad cuando más se parte.  
Hoy la olla canta, hoy la mesa aguarda, con humildes frutos… y esperanza en guardia.