MADRE
Eres ejemplo de vida
a tus hijos acurrucaste
más nunca te quejaste
a los obstáculos sorteaste.
En tus brazos nos arropaste
con tus cantos nos acunaste
del cansancio no te quejaste
después de trabajos elaboraste.
Noches de desvelo pasaste
Con tareas nos colaboraste
con tu dulce voz nos cuidaste
como médico, enfermera actuaste.
Nadie te enseñó tal profesión
todo lo hiciste con tu gran corazón
trabajando para darnos con tesón
una grande y buena educación.
No hay palabras de agradecimiento
para alguien que fue fortaleciendo
a sus hijos con mucha tenacidad
grandes fuerzas y sinceridad.
Miriam Inés Bocchio
Argentina