Mi lápiz,
mi más fiel compañero de vida,
en el que puedo trazar mis pensamientos y sentimientos,
portador de mi voz y de mi silencio.
Eres tú, mi lápiz, el mejor contacto que puede sentir mi mano.
Te tomo suavemente por tu cintura
Para plasmar con tu tinta
Mi esencia y mi sello,
en las más puras líneas de mis hojas.
Oh, mi querido lápiz,
no te pierdas de mi vista,
para que no se alborote mi entendimiento,
ni se silencie mis pensamientos.