Te guardo como un sigilo.
Mira el mar y los ríos llenos de lagrimas.
Mi corazón latiendo en arritmias
y tú con la cabeza vendada.
No nacerá nada nuevo,
somos el árbol cortado y el río seco.
Me quedo en el tiempo, donde está el alma,
donde esta el tercer ojo ahí estoy yo,
en lo más profundo del universo.
Solo cierra los ojos y ahí estaremos
en una inefable fantasía.