No tomo dimensión ni del tiempo
ni de aquello que hoy nos separa,
esta quietud que solo me trae silencios
que en la soledad más me amargan.
Calla mi voz en el frío viento
y no puedo decir lo que siente mi alma.
Mi tristeza viaja en los sueños
al no decirte, te amo, tan solo dos palabras...
Mi destino acuna el desencuentro
de este amor que, como un puñal, se me clava.
Siento la crueldad de estos momentos
donde de mí vida estás hoy tan lejana...
Un largo laberinto donde me pierdo
donde caprichoso me amarro a la nostalgia,
y no te quiero en mis recuerdos
y no te quiero aquí, entre mis lágrimas...