Tenemos tanto conocimiento que no podemos usarlo.
Pensamos demasiado y no actuamos.
¿Cómo encontrar el rumbo si no podemos pensar con claridad?
Nuestra mente nos invade, a veces nos domina,
pero seguimos adelante, aunque no sepamos a dónde.
No todo el mundo está a tu favor,
sino a favor de sí mismos.
Eso hace que todo parezca ir en tu contra,
aunque ellos ni siquiera lo sepan.
La soledad no siempre es ausencia,
a veces es presencia sin eco.
Y en medio del ruido mental,
lo más sabio es el paso firme,
aunque sea en la niebla.