Trigo escama oro,
danza con destellos;
alimenta a centenares
la cebada y el centeno.
Rubio el campo brilla
sano, centelleante;
el cielo, color fuego,
se despide.
Fauna bravía
picotea cuanto pilla,
flora silvestre
entre tanto cereal.
Idílico el paisaje,
natural, castellano,
puro y oriundo.
¡Qué belleza
el propio entorno;
amarillo el cultivo,
el sol y el deleite!
Sincera exclamaré
que nunca vi tanta vida
como en la mies.
I Premio Juvenil en el I Concurso \"Poeta de la Sierra 2019\"