Pamela Peché

Cambiar NO es fracasar

Hoy me siento melancólica entre silencios.


¿Alguna vez han sentido que cambiar de piel, crecer espiritualmente y volver a mirarse… ya no es igual?
Es habitar una calma eterna que, aunque asusta, también reconforta.
Es reencontrarse con la antigua versión de uno mismo, mirarla con ternura, pero sin el deseo de regresar.

Hoy me siento melancólica,
con el suave alivio de saber que mi alma y mi ser se alinean con un nuevo desafío:
el de ser quien elijo ser hoy.

Me despido de mi vieja yo y abrazo mi presente y mi mañana
con la única certeza de que, tal vez, la que soy hoy
mañana será solo un recuerdo.

Así aprendí a amar en silencio,
a soltar con sacrificio el mayor de los temores:
la incertidumbre.

Aprendí a mirarla de frente y dejarla ir,
como dejé atrás tantas otras versiones de mí.
Porque si algo he comprendido,
es que no somos…
vamos siendo.